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viernes, 7 de enero de 2011

2001 - Del cielo al infierno, sólo un paso....

Cuando en el disfraz de la chirigota "Te lo Juro", le pegamos a mi disfraz las pegatinas con las letras con la inscripción: NOVATO, y una "L" de autoescuela, queramos mostrar cómica y verazmente una realidad de un niño que estaba metiéndose en un mundo de adultos peliagudo para él, del que sólo conocía la gloria.

Cuando terminó los carnavales del 2000, mi intención era seguir en los peques otro añito más y seguir en aquella chirigota otro añito más. Lo primero porque no quería dejar ni a mis compañer@s de los últimos 3 años atrás y porque no estaba bonito que tras haber alcanzado la gloria, me quitase y me olvidase de quien me ha dado de comer, al menos al año siguiente. Lo segundo porque mi chirigota me había hecho vivir momentos inolvidables y repetir era lo primero que se le antoja a cualquiera después de vivir la gloria junto con alguien.

Sin embargo, Jesús "el de la cabra" creo recordar que junto al éxito carnavalesco, vivió un momento laboral expléndido, puesto que le habían ascendido en su empleo. Este hecho dificultó que al año siguiente pudiese sacar la chirigota y al final, se decidió descansar puesto que también queriamos abstenernos de sacar algo que no estuviera a la misma altura que Te lo Juro.

Fue entonces cuando mis dos hermanos, se pusieron manos a la obra en hacer la soñada por ellos, chirigota de los amigos. Todos sus amigos de botellón de pequeños (que cantaban o tocaban bien) los reunió en un mismo grupo. Luis Perez, Emilio, David Santos, mi primo Ramón y un jovencísimo Pepito Ferrer. Se unieron gente de la chirigota que en el año anterior fue "paranoyix" y algunos familiares de componentes.

La letra nos la hacía Emilio Gutiérrez y la música del pasodoble y los cuplets fueron de Fali Ramos. La chirigota tenía un tipo de folklórica con "bata de cola", es decir, una bata de guatiné con una cola. Nos llamábamos "Perlita de Juerga".

Ese mismo año tenía claro que no iba a dejar de lado a la peña de los peques y seguí en la comparsa que ya por entonces estaba transformándose en juvenil. En la comparsa, entró una segunda generación de comparsistas femeninas que se unieron a Marina, Vane, Cristina, etc. que ya llevaban varios años en la comparsa.
La comparsa se iba a llamar "La Mujer de Rojo" y pretendíamos representar la figura de Marilyn Monroe. Eso sí, ellas iban disfrazadas con un vestido semejante al de la famosa foto con la falda en vuelo de la modelo y actriz estadounidense, mientras que los hombres ibamos trajeados con corbata.

Pero no todo acababa aquí. Ese año Antonio estaba sólo con la guitarra en la chirigota y me pidió el favor de echarle el cable y salir con él ayudándole para que al menos hubiera dos guitarras. Lo cierto es que aquella decisión provocó que aquel año hiciera, nada menos, que un triplete. En la chirigota seguía mi prima Belen, Rosita, Juan Antonio, Julio, etc.

Lo cierto es que ese triplete se trataba de una locura que estaba sacando lo más loco de un loco recien sacado del horno.

Ese mismo año actué con la chirigota y la comparsa de los peques, fuera de concurso, pero en días normales de teatro.

De la actuación de Perlita de Juerga en preeliminares, tengo muy buenos recuerdos. Me acuerdo que gustó mucho la cosa, la gente se rió mucho, sobre todo con el popurrit y se conectó con el público.
Al salir, nos felicitó casi todo el mundo y nos ponía, en sus valoraciones personales, de la final para arriba (la gente es muy exagerada).

La noche de los cuchillos largos, la escuchamos toda la chirigota, con gente de muchos grupos de la capital, en la carpa del patio, donde estaba la radio puesta a todo volumen y entre todos escuchábamos quien pasaba y quien no.

La sorpresa nos llegó cuando entre las semifinalistas no estaba Perlita de Juerga. Un mazazo grande para un niño. Un niño al que le habían quitado su caramelo y de forma temprana y rápida. De un año para otro. Del infierno a la gloria.
Pero bendito caramelo robado, porque aquella experiencia me sirvió para hacerme un click que me sirviera para darme cuenta que en carnavales puedes estar muy bien, bien, mal o muy mal y puedes quedar muy bien, bien, mal o muy mal. Una cosa dependiente o independiente de la otra.

Lo cierto es que aquel año lo pasé de escándalo y me dí cuenta que disfrutar tampoco tenía que estar necesariamente reñido con la clasificación en el concurso.
Y digo esto, porque ese año viví una experiencia inolvidable por lo bien que me lo pasé aquella noche. Perlita de Juerga actuó en las preeliminares del concurso del carnaval de la luz, en la Peña Flamenca de Punta Umbría, donde antes se celebraba el concurso del carnaval puntaumbrieño. Aquella noche cantábamos los últimos y eso propició que entre tanto cubata y cerveza, estuviera TODA la chirigota, menos un ingénuo servidor, en condiciones etílicas desfavorables para una actuación de carnaval, pero eso era lo de menos porque la liamos bien liada en el escenario. Hasta tal punto que el biruto, el bombo, se puso a contar chistes despues de los cuplets EN UN CONCURSO !!!. Lo cierto es ke el público también se rió bastante con aquello y tampoco dimos ningún espectáculo lamentable.
Ahora si se emborracha toda la chirigota no pasa nada, pero como se emborrache sólo uno de los componentes, lo pasas mal je, je.

En definitiva que aquel fue un gran año que me hizo experimentar como en el carnaval puedes pasar del cielo al infierno en un sólo paso (en un sólo año).

Las miras para el año siguiente no estaban muy claras del todo. Habían varias opciones de por medio y lo más polémico del asunto, es que en cada una de las opciones, estaba un hermano distinto. Raúl en una y Diego en la otra.

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