1998 - Todo comenzó.....

Como dice el elegante tema del barrio "El comienzo", todo comenzó, pero no en la barra de ningún bar, sino en una Asociación de Vecinos.
En muchas ocasiones se ha comentado que el carnaval se debe fomentar desde las asociaciones de vecinos y cuanto de cierto tiene esa afirmación.
En ese año 1998, seguía habiendo una AAVV que fomentaba el carnaval como ninguna otra. Todos sabemos cuál es y cómo se llama aunque para los que entren en este blog y no tengan conocimiento sobre la historia del carnaval colombino, hay que aclararlo: Asociación de Vecinos de la Hispanidad.
Era esta Asociación de Vecinos la que tenía, entre sus actividades, el carnaval. Esa actividad estaba llevada por la Peña de Los Peques, que en consorcio con la AAVV, sacaban grupos de carnaval a través de la propia AAVV.
Años anteriores sacaron muchos grupos como los carceleros, cubanitos, payasitos, etc, muchos en el recuerdo de tantos carnavalero que han pasado por sus filas, iniciando su vida carnavalera en aquella rememorable peña.
Siempre que me han preguntado, ¿quién te introdujo en el carnaval? he debido matizar en referencia a diferentes personas que tuvieron que ver en la decisión de adentrarme en esto:
a) Mi madre. Porque mis hermanos ya estaban dentro del carnaval y era el turno de adentrar al chico de los tres, en el mundillo.
b) Mis hermanos. Raúl y Diego. Porque son los que me han transmitido el carnaval desde pequeño. Si no fuera por ellos, a lo mejor hubiese empezado ahora o no lo sé, pero seguramente no estaría desde los 12 añitos mamando esto, seguro.
c) José Julio Gil López y Vanessa Gil López. Ambos estaban en la peña y salían en la chirigota y la comparsa de los Peques. Mi madre era muy amiga de la suya y fue precisamente Manoli, la madre de ellos, quien convenció a mi madre para que "su niño" también estuviera "apuntado" en el carnaval como sus dos niños.
d)Antonio "el gitano".

Bien, como no he querido comenzar a hablar sobre el punto "d" y me gustaría poner en síntesis el resto de puntos, voy a contar la historia de cómo fue mi anexión al mundo del carnaval:

Mi madre me llevó una tarde a la asociación de vecinos de Los Peques y fue allí donde, a través de Manoli, la madre de Julio y Vane, me presentó ante Antonio el Gitano.
Le dijo: "Este es Juanfran. ¿Lo puedes meter en alguno de los dos grupos?"
Antonio: ¿Sabe cantar?
Manoli: Sí. Está en la Peña Flamenca con Amparo Correa (Que en paz descanse. Lo que hace el poder de la sugestión. Yo ni cantaba ni nada, pero era como un "título" el hecho de estar en la peña, aunque cantase fandangos fuera de tono).
Ah, y también toca la guitarra.
Antonio: ¿La Guitarra? Pues me hace falta un guitarra para cualquiera de las dos. ¿Qué prefieres, chavalín, murga o comparsa?
Juanfran, con voz de niño: "Comparsa" (desde chico ya se me veía el plumero).
Antonio: Pues ya estás dentro.

Así entré a formar parte de la que fue la peña bastión de la cantera de Huelva en los años 90 y principios de siglo. Los ensayos era por la tarde, creo recordar que a las 6.
Antonio se estaba llevando muy buena impresión de aquel chaval que entró para tocar la guitarra y cómo necesitaba un guitarra para su murga, pues me ofreció salir con él también en la murga.
Primer año de carnaval y primer doblete. No lo he podido evitar, desde que entré en esto. Me lo han incentivado desde el principio, así que la culpa no es mia, ni es que yo sea un jartible por naturaleza (que también), sino que ya entré metido en estos fangales.

La murga se llamaba "El Rock de la Ovejita" y la comparsa "Niños del pasado".
En la murga salía Julio, mi prima Belen, mi casi hermana Rosa Laura, el Juanan, caja de Cristobal este año y gente del barrio y del colegio. Con la comparsa igual. La Vane, mi prima sheila, La marina la hermana de sara reina, dama del carnaval y el resto de componentes era media calle santos chocano del barrio de la hispanidad.

Cuando me maquillaron por primera vez y me embadurnaron de purpurina en ambas agrupaciones, comencé a acordarme de mi madre y su santa inquietud en meterme en los carnavales. Sin embargo, cuando nos dirigimos al Gran Teatro de Huelva, ese primer día de actuación, fuera de concurso, del rock de la ovejita y de niños del pasado, que actuabamos el primer día, comencé a respirar la magia de esto. Una magia desconocida para aquel niño de 13 años ya recien cumplidos. Una magia que estaba por encima del ridículo que en aquella época causaba ir disfrazado por las calles de Huelva y cantar al son del 3/4, 4/4, 4/8 , etc.

Me gustaba aquello y sobre todo, aunque ya me hubiese subido a un escenario con anterioridad, me encantaba la sensación que producía hacerlo en aquel teatro.
Esa noche llegué a mi casa y le propuse a mi madre que yo quería seguir en esa comparsa y quería seguir en carnavales. Cuando mi madre vio la cara de satisfación de su hijo, no tuvo más que darme la razón.

La noche que debuté en el Gran Teatro de Huelva, actué con los dos grupos: murga y comparsa. Pero es que además, también actuó mi hermano Raúl con la comparsa "Pericón" de la Peña El Choco Contaminao y Diego con la chirigota "Los Buscavidas, pero cuidao que semos mu peligrosos", de la Peña Los Ventaneros. Mi madre esa noche, como se dice en el argot artístico, se "puso la peineta".

Ese año se culminó en base a experiencias nuevas como la cabalgata disfrazado de la comparsa niños del pasado (entre murga y comparsa, elegí la comparsa para el disfraz de la cabalagata, entiéndanme). Actuamos en el hospital Juan Ramón Jiménez, incluso, para los niños que estaban enfermos. Esa experiencia me marcó por hacer ver que el carnaval alegra a cualquier persona en cualquier situación.

Terminaron aquellos carnavales y en lo único que pensaba era en que llegase el siguiente año y siguiese "apuntado" (cómo se decía en aquel entonces, con el desconocimiento terminológico) en aquella peña de Los Peques.

Maravilloso comienzo.